Reforma Laboral, una apuesta por el desarrollo social
Cambios que marcan el futuro de los colombianos y la reactivación de la economía
Por: Nicolás Collazos Guzmán
El proyecto de ley de la reforma laboral en Colombia ha ocupado un lugar central en las discusiones del Congreso, durante los últimos meses, es uno de los temas que más divisiones ha generado en el país. La propuesta busca generar transformaciones profundas en el marco laboral, con un enfoque en la formalización y estabilización del empleo, donde también se encuentra en juego la reactivación económica y la sostenibilidad empresarial.
El Gobierno no solo ha hecho una apuesta política, sino que además ha impulsado este proyecto con el propósito de reducir la informalidad laboral, ampliar la cobertura de seguridad social y mejorar la calidad de las condiciones laborales, especialmente en sectores tradicionalmente precarios. Uno de los pilares de la reforma es que el contrato a término indefinido sea la norma general, restringiendo el uso de contratos temporales y de prestación de servicios, a fin de mejorar las condiciones de muchos trabajadores temporales. Asimismo, se busca extender las coberturas de seguridad social a trabajadores de plataformas digitales y personas vinculadas a trabajos informales, con nuevas regulaciones que incluyen mejores condiciones para estos trabajadores.
Entre los defensores del proyecto se encuentran los miembros del Pacto Histórico, quienes resaltan la necesidad de ofrecer mayor estabilidad laboral y formalización para los trabajadores. Desde el primer día del debate, María Fernanda Carrascal, representante por Bogotá del Pacto Histórico, destacó que «buscamos estabilidad laboral para que los trabajadores puedan cotizar a salud y pensión de manera constante, lo que además fortalece el sistema general de pensiones y mejora las condiciones de los trabajadores». Por otro lado, los opositores del proyecto, como Katherine Miranda, representante por Bogotá de la Alianza Verde, han señalado que la reforma no cubre a todos los sectores laborales, especialmente a los contratistas del Estado. Miranda expresó su preocupación de que «más de un millón de contratistas del Estado, que hoy no tienen derechos a cesantías, vacaciones, ni horas extras, sigan sin ser considerados en la reforma». De otra parte, Carolina Arbeláez, (Cambio Radical) representante por Bogotá, cuestionó el impacto que la reforma podría tener en las pequeñas y medianas empresas, señalando que «el aumento en los costos laborales del 35% podría quebrar a muchas mipymes, haciendo inviable la operación de muchas empresas».
El debate en la Cámara de Representantes avanzó a un ritmo considerable, con la aprobación de más de la mitad del articulado del proyecto. En el primer día de este debate se aprobaron siete artículos, centrados en la definición del contrato a término indefinido como la norma principal en el mercado laboral.
Uno de los temas que despertó controversia fue la aprobación del trabajo en plataformas digitales, uno de los temas de interés dentro de la reforma. Miguel Polo Polo, representante de las Comunidades Afro, manifestó su preocupación sobre los efectos de la formalización en las comunidades afrodescendientes, mientras que Alfredo Mondragón, representante del Valle del Cauca por el Pacto Histórico, defendió la inclusión de estos sectores dentro del marco laboral.
La representante, Leyla Rincón, del departamento del Huila, del Pacto Histórico, celebró la aprobación del artículo que establece la jornada nocturna desde las 7 p.m., afirmando que esto “reconoce la realidad de un país sin estaciones, donde la jornada laboral debe ajustarse a las condiciones del territorio”.
Los derechos sindicales fueron el tema central, con la aprobación de un artículo que garantiza que los trabajadores sindicalizados solo podrán ser despedidos con justa causa. Asimismo, se discutió la situación del trabajo rural, en la que Luz Pastrana, representante por el Huila de Cambio Radical, manifestó sus dudas sobre la viabilidad de la formalización en las áreas rurales, teniendo en cuenta que no es factible que los trabajadores del campo puedan cubrir los gastos de salud y pensión de sus familias.
El debate finalizó el 17 de octubre, con la aprobación de los 81 artículos de esta reforma. Entre los puntos clave se destacan la remuneración del 100% en días de descanso obligatorio, las licencias remuneradas para diversas eventualidades, la ampliación de la licencia de paternidad a cuatro semanas, y la formalización laboral de sectores vulnerables como las madres comunitarias y los repartidores de aplicaciones digitales.
Asimismo, se ha dado luz verde a programas que buscan incluir a las víctimas del conflicto armado y a estudiantes del SENA en convenios laborales que promuevan estabilidad y formación. Sin embargo, algunos temas como las indemnizaciones por despido sin justa causa y ciertos derechos de parejas adoptantes del mismo sexo fueron excluidos tras el consenso de la Cámara.
De otra parte, se han sumado nuevas propuestas, entre ellas la formalización de los trabajadores del transporte de carga y pasajeros, y programas para incentivar el empleo en jóvenes y adultos mayores.
Desde ya se anticipan nuevas discusiones y posibles modificaciones en el Senado, donde seguirá su curso más adelante. El presidente del Senado y miembro del Partido Conservador, Efraín Cepeda, ha advertido que el proyecto enfrentará dificultades si no incluye mecanismos claros para fomentar el empleo. Cepeda resaltó que el Congreso solo aprobará medidas que verdaderamente beneficien a los colombianos y que generen empleo, destacando que la reforma no puede impactar negativamente a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas, que son la base del empleo en el país. La posición de Cepeda refleja las preocupaciones de diversos sectores productivos, especialmente la Asociación Colombiana de Micro Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), que ha advertido sobre el impacto que la reforma podría tener en las pymes, uno de los principales motores del empleo en Colombia.
Así las cosas, a pesar del entusiasmo del gobierno por la aprobación en la Cámara de Representantes, la reforma laboral aún enfrenta un camino complicado en el Senado. Con voces críticas desde diversos sectores, especialmente por parte de los gremios de pequeñas y medianas empresas, y la preocupación por el impacto económico que podrían generar algunas de las medidas aprobadas, el debate sigue abierto y será intenso en los próximos meses. Los próximos dos debates en el Senado serán determinantes para el futuro de esta reforma, que promete transformar el panorama laboral del país, pero que aún deberá superar resistencias significativas para convertirse en ley de la República.
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