La nutrición infantil, una prioridad legislativa
Una adecuada alimentación desde el nacimiento es indispensable para todo el desarrollo humano.
Por: Nubia Stella Parra Rodríguez
Desde la lactancia materna hasta los 7 años se requiere un balance nutricional adecuado que, con el paso del tiempo, debe conservar buenos hábitos de alimentación hasta nuestra edad adulta.
La leche materna contiene nutrientes básicos para el desarrollo primario de los niños, sus componentes ayudan, además, a prevenir infecciones, y este proceso natural ayuda a estrechar el vínculo entre madre e hijo, contribuyendo a su desarrollo cognitivo y psicomotor. Y aunque existen diferentes opiniones sobre la alimentación materna frente a los niños alimentados con biberón, persiste la creencia que la leche materna es trascendental para el desarrollo humano.
Para los expertos, el calostro, primera leche que recibe el bebé, es primordial en sus inicios de vida; el contenido de nutrientes proporciona los anticuerpos necesarios que sirven para fortalecer el sistema inmunológico de los recién nacidos.
Posteriormente, durante la etapa de crecimiento, el balance nutricional debe ser de gran importancia para padres y cuidadores, ya que desde los 2 hasta los 5 años, se deben priorizar las compotas de frutas y verduras y alimentos lácteos, teniendo cuidado si los menores son resistentes a la lactosa, debido a que les puede generar cólicos o problemas gástricos.
Hay que cuidar, además, que no tenga excesos en la sal, condimentos y azúcar; teniendo especial atención de brindar proporciones de alimentos de acuerdo a su edad. Los especialistas recomiendan proporciones de proteína como carnes, lácteos y huevo en un porcentaje entre el 10 y 20 %, grasas insaturadas de aceites vegetales y frutos secos en proporción del 25 %, complementando con carbohidratos como legumbres, cereales y tubérculos en un 60 % en adelante.
La lactancia materna, según la Encuesta de Situación Nutricional (ENSIN), ha sido un factor clave en el desarrollo infantil. La encuesta mostró que, aproximadamente, 1 de cada 3 niños menores de 6 meses (36.1 %) fue alimentado solo con leche materna, por lo cual se requiere reforzar esta práctica natural para llegar a la meta internacional del 50 % fijada por la OMS. Y aunque la encuesta data del año 2015, en los últimos años se han realizado campañas educativas y programas enfocados a promover la alimentación de la lactancia materna en todos los niveles socio-económicos.
Acciones adelantadas
El Congreso de la República no ha sido ajeno al problema de nutrición infantil. En la Cámara de Representantes se aprobó el Proyecto de Ley por medio del cual se promueve la protección de la maternidad y la primera infancia, donde además se crearon incentivos para la construcción de áreas que permitan la lactancia materna en el espacio público. La iniciativa reconoce el derecho de las mujeres a amamantar a sus hijos en espacio público sin ningún tipo de discriminación, ni restricción y establece parámetros para que las entidades territoriales y el sector privado adecuen espacios para que las madres en etapa de lactancia puedan amamantar a sus bebés.
Entre las iniciativas legislativas presentadas se destaca el proyecto que establece lineamientos sobre el trabajo en casa para madres gestantes y lactantes promoviendo el derecho de los niños al cuidado y la lactancia materna, cuyo propósito principal es el de habilitar el trabajo en casa para las madres trabajadoras gestantes y lactantes, con el fin de promover, proteger y apoyar el cuidado y la lactancia materna de los infantes desde su gestación, hasta cumplir sus primeros 2 años de vida.
Según la ENSIN realizada por el ICBF en 2015, se considera indispensable la existencia de un entorno pacífico estable que permita condiciones básicas de vida necesarias para conseguir una seguridad alimentaria sostenible, puesto que los países con altos niveles en déficit alimentario son más propensos a los conflictos.
La población colombiana de escasos recursos ha tenido que modificar sus hábitos alimenticios, ya sea por cuestiones económicas o ambientales, y a pesar de que se conservan algunas prácticas regionales en nutrición se han implementado algunos cambios, que han sido influenciados por los mensajes enviados a través de los medios de comunicación, las redes sociales y por las mismas industrias de alimentos.
La firma del Acuerdo de Paz con las FARC-EP sirvió para que en algunas regiones los diálogos incluyeran estrategias de seguridad alimentaria y acceso a las mismas, como se vio con el programa de desarrollo y paz del Magdalena Medio, que generó varios procesos productivos con expansión de cultivos y pesca, como lo menciona el informe ENSIN. Esto ha permitido avances en la garantía de los derechos de los niños, niñas, adolescentes y sus familias, mejorando sus entornos y desarrollo físico y mental, además de aportar a la seguridad alimentaria y nutricional del país.
El Congreso avanza en la protección de los niños, niñas, adolescentes, por lo que se ha incorporado al ordenamiento jurídico colombiano una norma que prohíbe los productos ultra procesados (“comida chatarra”), puesto que contienen altos contenidos calóricos, grasos, salados y azucarados, y no contienen los nutrientes necesarios para un óptimo desarrollo infantil. En este tipo de alimentos se incluyen los empaquetados, cereales con un alto nivel de azúcar, energizantes, bebidas gaseosas, entre otros.
El Proyecto de Ley estableció que las empresas fabricantes de esta clase de productos deben incluir en la información nutricional el etiquetado frontal, donde se debe plasmar de forma clara y completa sobre el contenido de los productos procesados y ultra procesados que se comercializan, y que en su mayoría son consumidos por niños en etapa de crecimiento.
El exrepresentante Mauricio Toro explicó en su momento que se pretendía prevenir daños a la salud con el fin de evitar incluir en la lonchera de los niños este tipo de productos que no aportan al desarrollo nutricional de los menores, lo que además permitiría fomentar hábitos de alimentación saludable y a futuro evitar enfermedades o sobrepeso.
Apoyo de la Sociedad Civil
Gracias al seguimiento, asesoría y apoyo que brindan las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), como la Red Papaz, NiñezYa, entre otras, este proyecto de ley sobre etiquetado frontal, aunque fue archivado en legislaturas anteriores, finalmente fue aprobado por el Congreso y sancionado por el presidente Iván Duque mediante decreto 2120 del 30 de julio de 2021. Por lo cual hoy, las industrias de alimentos ultraprocesados, están en la obligación de incluir el etiquetado frontal junto con la tabla nutricional de sus productos.
Al respecto, Carolina Piñeros Ospina, directora ejecutiva de la Red Papaz, dijo: «Colombia puede celebrar hoy un triunfo de todos, un gran avance para la salud pública del país y para un cambio en el tipo de políticas públicas en pro de la salud y la alimentación (…), estamos privilegiando a las niñas y niños en su derecho a una alimentación saludable y estaremos velando por la sanción presidencial de la ley para que el Ministerio de Salud la reglamente de acuerdo con la mejor evidencia disponible y libre de conflictos de interés. Esperamos muy pronto, ojalá máximo a la vuelta de un año y medio, estar viendo en los productos comestibles y en las bebidas procesadas e industrializadas los sellos al frente de los empaques que nos indiquen cuando tienen exceso de azúcar, sodio, grasas saturadas o si contienen edulcorantes».
No cabe duda que las OSC constituyen una de las herramientas importantes en la veeduría al Congreso, dado que los diferentes temas que abarca el Legislativo son enfocados desde el ámbito social; su misión es fundamental para la planificación estratégica de los temas que permiten un diálogo entre lo público y lo privado, promoviendo, además, la participación ciudadana y la pluralidad de voces en los espacios que se promueven desde el Congreso.
Aunque se han hecho grandes avances sobre nutrición infantil, Colombia requiere más de ejecución que de programas; estamos blindados jurídicamente, pero no tenemos implementación efectiva de programas que concienticen a los ciudadanos sobre la importancia de una buena nutrición. Igualmente, nos urge atender a la población menos favorecida, aquellas familias que no poseen los ingresos suficientes para proveerse de alimentos de buena calidad.
Es importante resaltar que, el Congreso, se une a las iniciativas y propuestas que propenden por mejorar una mejor alimentación en todo el país, facilitando herramientas jurídicas que ayuden al Estado para que se implementen programas a favor de la población en general, pero especialmente a las familias más vulnerables de Colombia, por lo que se resaltan las propuestas legislativas presentadas que hacen seguimiento del Programa de Alimentación Escolar (PAE), cuyo objetivo principal es el de brindar un complemento alimenticio a los niños, niñas y adolescentes de todo el territorio y que están registrados en el Sistema de Matrícula (SIMAT).
Finalmente, se resalta la publicación de la FAO en el Marco Programático de País 2021-2024, donde menciona que Colombia tiene un incremento en la prevalencia de exceso de peso en todos los grupos poblacionales, siendo el grupo de niños y niñas de 6 a 12 años los que mayor incremento presentan. Informa, además, sobre las tasas de desnutrición en menores de 5 años, las cuales se han reducido, no obstante, enfatiza que se requiere mayor atención en zonas rurales dispersas y pueblos indígenas. Lo anterior para fortalecer y apoyar acciones integrales en el marco de la Comisión Intersectorial de Seguridad alimentaria y Nutricional (CISAN).
La nutrición infantil es una prioridad legislativa, por lo que la Comisión Accidental de Infancia y Adolescencia de la Cámara, con el acompañamiento de las OSC, hace seguimiento y veeduría a las entidades del Estado encargadas de velar por la nutrición, el bienestar y los derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en Colombia.
Imagen de portada: Stefany Cañón
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