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Fronteras colombianas y los conflictos diplomáticos por resolver

Las zonas fronterizas son lugares claves en las dinámicas de cualquier país, por ellas pasan flujos económicos, intercambios culturales, proyectos conjuntos de integración, pero también problemáticas delincuenciales y desacuerdos fronterizos que terminan incidiendo en los ciudadanos de cada Estado, especialmente de quienes viven cerca de estos espacios limítrofes, y una serie de problemas que demandan la atención de cualquier gobierno.

Por: Juan Andrés González

Si hablamos de problemáticas en las fronteras colombianas, mencionamos el paso de economías ilegales y de actores del conflicto en los límites con Ecuador, Brasil, Perú y Panamá; este último ha padecido las rutas de la migración ilegal desde diversas partes del mundo en su tránsito hacia Estados Unidos.

Y sin lugar a dudas requiere una especial atención el tema de Venezuela, el país con el cual se comparten 2.219 kilómetros de frontera siendo la mayor que comparten los colombianos. También demanda un cuidado especial el tema de Nicaragua, con el cual se han tenido una serie de disputas jurídicas en cortes internacionales sobre la soberanía de todo el territorio del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Comencemos por Venezuela. Aunque las relaciones llevan décadas caminando sobre una delgada línea roja con el gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez, es con el expresidente Iván Duque que se rompen definitivamente. Este rompimiento afectó las relaciones comerciales, las cuales eran claves para los dos países y especialmente para los pobladores de las poblaciones fronterizas. También podemos mencionar los problemas de seguridad con grupos armados actuando de lado y lado de la frontera.

En el caso de Nicaragua debemos diferenciar las condiciones territoriales como factor principal de las disputas jurídicas que actualmente cursan sus trámites en las instancias internacionales.

La disputa de miles de kilómetros marítimos del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, se retoma de las denuncias que para 2005 impuso el presidente nicaragüense Daniel Ortega ante el tribunal del tratado internacional de La Haya y la Corte Internacional de Justicia.

Voces de la Comisión Segunda

Desde el Legislativo, la Comisión Segunda será la encargada de dar los debates para verificar las acciones que los dos Gobiernos adelantarán en esta disputa territorial, que ya viene afectando a las poblaciones isleñas de los dos países y deteriorando las relaciones comerciales hacia el interior del país.

Dos representantes a la Cámara de regiones fronterizas nos dieron su posición con respecto a los conflictos descritos.

Según el representante Diógenes Quintero, de la Curul de Paz del Catatumbo, el Gobierno debe aportar al diálogo y al reconocimiento para darle solución al problema limítrofe con Venezuela: “se debe comprender que las fronteras y las poblaciones son territorios interdependientes, caso que vivimos en el departamento de Norte de Santander, en Cúcuta y Catatumbo, donde por la conectividad vial, que es deficiente hacia el centro del país, se dan más hacia Venezuela que hacia Colombia.

Llamamos la atención del Gobierno Nacional, ya que en que la frontera no es solo puentes y líneas delimitadoras, también es el tema del control de autoridades por parte de los dos países (…,) tenemos que fortalecer además de los lazos comerciales, las fuerzas militares y de seguridad fronteriza. Es de responsabilidades mutuas”.

Por su parte, desde la oposición, el representante del partido Centro Democrático por el departamento del Casanare, Vladimir Olaya, nos compartió su perspectiva sobre estas problemáticas:

“El presidente de Colombia, de quien soy acérrimo detractor, fue elegido democráticamente. El de Venezuela es un dictador. Por lo tanto, no estoy de acuerdo con entablar relaciones diplomáticas con un régimen dictatorial, pues eso significa que lo estaría legitimando.

La Comisión Segunda le ha correspondido abordar estos temas. Por ejemplo, a través de la proposición 013 de 2022 se realizó un cuestionario sobre política exterior realizados con Nicaragua. De igual forma, se han venido discutiendo proyectos de ley que tratan particularmente temas con el vecino país. De hecho, el pasado 29 de marzo se discutió el Proyecto de Ley 322 de 2022 de la Cámara y 208 de 2022 del Senado, “por medio de la cual se aprueba el acuerdo entre la república de Colombia y la república Bolivariana de Venezuela sobre el transporte internacional de carga y pasajeros por carretera (suscrito en Cartagena el 1 de agosto de 2014)”.

Para el representante Olaya existen críticas frente al trabajo del canciller: “La Cancillería es la cartera ministerial encargada de la política exterior y relaciones internacionales de Colombia. Veo con preocupación que el canciller está más preocupado con temas diferentes a los anteriormente mencionados, por lo que desde el mismo Congreso hemos sentido una grave desarticulación por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores, que es el primero, junto al presidente de la República, en ser llamado a liderar los procesos diplomáticos y de frontera que surjan con otros países. Espero, con convicción, que el Dr. Leyva Durán rectifique su actuar y dirija de la mejor forma posible la política exterior del país”.

Al respecto, el representante antioqueño Alejandro Toro, del Pacto Histórico, envió un mensaje de tranquilidad por parte del Gobierno. Para el congresista, viene adelantando las acciones y estrategias necesarias para dar solución a estos problemas fronterizos: “uno debe decidir si crear puentes o crear muros, por eso donde muchos ven conflicto otros ven posibilidades y oportunidades.  En el caso de Venezuela esperamos aumentar la balanza comercial y terminar este año con más de 1500 millones de dólares de intercambio (…), también estamos ad portas de aprobar un proyecto que permita fortalecer el transporte de carga y pasajeros.

En el caso de Nicaragua, le estamos poniendo la cara en la defensa jurídica en La Haya para defender las fronteras sin perder el vínculo con el país para que esto no afecte las relaciones diplomáticas. Los residentes de los territorios son los principales afectados por los pescadores e isleños que viven de las actividades nativas en los miles de kilómetros marítimos.

Por otro lado, con el gobierno ecuatoriano acordamos gestionar tratados que le permitan a los transportadores entrar y salir sin tantos problemas debido a la crisis en Rosas, en la vía Panamericana. Con Brasil estamos integrando poderes desde el Ministerio de Ambiente para que cuidemos y nos comprometamos con el futuro y la preservación de la selva amazónica».

Este Gobierno tiene retos importantes frente a las relaciones diplomáticas con Venezuela y Nicaragua, sin lugar a dudas lo que haga la administración Petro será clave para mejorar las condiciones de vida de lugares como San Andrés, mejorar la balanza comercial del país, proteger a las poblaciones fronterizas y mejorar las condiciones de vida de estos lugares del país.

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