comisionesEducaciónIncertidumbre por escasez de cifras sobre la situación alimentaria de infantes y adolescentes del país

Incertidumbre por escasez de cifras sobre la situación alimentaria de infantes y adolescentes del país

  • De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, “52 millones de niños menores de 5 años sufren de malnutrición, 17 millones padecen malnutrición grave y 155 millones sufren retraso del crecimiento, mientras que 41 millones tienen sobrepeso o son obesos”.
  • “En Colombia, 1 de cada 9 niños y niñas, padece de desnutrición crónica”, según informe de la Fundación Éxito

Las preocupaciones del mundo actual sobre temas de salud pública como la desnutrición, se encuentran ligadas a un conjunto de factores que amenazan día a día la vitalidad de niños y adolescentes, pues existen problemáticas que se encuentran dentro de los diferentes entornos sociales, sociopolíticos, económicos y culturales de cada territorio.  

En Colombia, la publicación más actualizada sobre la medición de problemas nutricionales de la población colombiana, es la registrada en el año 2015, por la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN). Pese a que este reporte analizó la situación del momento, es considerable mencionar que actualmente no existe un seguimiento regular del estado de salud de los niños y adolescentes del país. 

Este registro es fundamental para analizar el comportamiento de la data, y la identificación de la población en riesgo, para así tomar acciones que ayuden a prevenir enfermedades que pueden aparecer a lo largo de sus vidas.

Aunque el estudio es anterior, se destacan algunos puntos importantes dentro de las diferentes etapas de la infancia y adolescencia. “En la primera infancia, comprendida entre los 0 a 4 años, se evidencia que uno de cada diez niños en Colombia sufre desnutrición crónica; y el exceso de peso aumentó en 2010 del 4,9% al 6,8% en 2015”, señala el documento.

También reveló que, para el caso de menores en edad escolar, comprendida entre los 5 y los 17 años de edad, “siete de cada 100 menores presentan desnutrición crónica y en las comunidades indígenas, 30 de cada 100 menores presentan este problema. Adicionalmente la obesidad, también altera las cifras, pues se incrementó de 18,8% en 2010 a 24,4% en 2015”.

Y por último, “en los adolescentes de 13 a 17 años, se identifica que la desnutrición crónica de presenta en uno de cada diez adolescentes del país, en las poblaciones indígenas representa el 36,5%, en los más pobres de la población es del 14,9% y en zonas rurales es del 15,7%. Así mismo, el 17,9% de los adolescentes presentan exceso de peso”.

Después de analizar estos escasos datos en el país, es claro que, algunos de los problemas que se destacan son la desnutrición crónica, obesidad, y malnutrición, este último, en consecuencia, de la crisis alimentaria y económica en zonas rurales, debido a que la principal vía para la adquisición de alimentos son los ingresos de cada familia. 

Por otra parte, la Organización para las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) desarrolló una investigación sobre “Las buenas prácticas en programas de información y comunicación en educación alimentaria y nutricional”. En este estudio, se evidenció que “uno de los problemas más comunes en el desarrollo de acciones educativas en la población colombiana, es la falta de apoyo político y de financiación. Así mismo, informa que en la región son pocos los países que han implementado la educación alimentaria y nutricional (EAN) en los planes de estudios.

Así mismo, el representante del Partido Liberal, Dolcey Torres afirma que “el acceso a una educación en alimentación y nutrición desde una temprana edad ayuda a prevenir desde las primeras etapas de la vida la aparición de trastornos y enfermedades vinculadas con la alimentación y nutrición, favorece una relación alimentaria sana y estimuladora de actitudes positivas en los niños, niñas y adolescentes”.

 

Algunos aportes a la desnutrición infantil

Desde el 2013, la Fundación Éxito ha enfocado sus objetivos en combatir y erradicar la desnutrición crónica de los menores de 5 años en Colombia, pues este problema altera el desarrollo físico y cognitivo de los niños. A partir de esta fecha, también se ha dedicado a gestionar sus propios recursos y los de algunos aliados para contribuir a su meta.

Además de esto, la Fundación Éxito realizó un amplio análisis sobre las afectaciones de la pandemia causada por el COVID 19, a la desnutrición infantil. En este se evidenció que, “no solo se vieron perjudicadas las familias que ya se encontraban en situación de vulnerabilidad en el momento de adquirir ingresos para los alimentos antes de la pandemia, también, las prevalencias de desnutrición crónica hicieron que la cifra de los niños nacidos durante los periodos más críticos de la pandemia, incrementara”.

En línea con la pandemia, para el año 2021, “el Plan de Alimentación Escolar (PAE) logró una cobertura de 5.817.944 niños, niñas, adolescentes y jóvenes entre 5 y 17 años”, citando a un informe elaborado entre el Ministerio de Educación, y su Unidad Especial de Alimentación Escolar – Alimentos para Aprender (UAPA), y la Contraloría General de la República. Sin embargo, es una cifra que no logró cubrir a cabalidad las necesidades alimentarias, ya que se presentaron algunos incumplimientos como las fallas de cobertura, calidad, logística, entre otros aspectos, en algunas regiones del país como el Amazonas, Nariño, Chocó y Vaupés.

Para el 2022, el gobierno de Petro asignó un presupuesto de $1.2 billones para el PAE en 2023, un crecimiento de $103 mil millones en relación al 2022, el cual prometió cumplir objetivos de acceso, permanencia, bienestar y seguridad alimentaria en el sector educativo oficial de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes colombianos.

 

Solución actual del gobierno

A partir de este análisis histórico de la situación alimentaria en el país y la necesidad de incluir proyectos enfocados en la educación de alimentación saludable, se presenta a la Mesa Directiva de la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes, el Proyecto de Ley 379 de 2023, cuyo objetivo es “garantizar la creación y el fortalecimiento de entornos saludables, hábitos saludables y una cultura de alimentación adecuada, saludable, equilibrada y balanceada en Colombia, de forma que se establece y se crea la educación sobre alimentación saludable en todas las instituciones educativas de preescolar, básica y media”.

Como coordinador ponente del proyecto, el representante Dolcey Torres, recalcó que para él es una iniciativa muy importante que pretende avanzar en un concepto que le gusta denominar como “Justicia Sanitaria”.

De otra parte, el congresista por la Coalición Pacto Histórico, Gabriel Becerra, definió a la educación como un pilar fundamental para lograr las transformaciones de la sociedad colombiana, y sobre todo que una sociedad democrática necesita. “Esto abarca cumplir las necesidades que hay en diversos temas como la educación alrededor de la alimentación saludable, que prácticamente es inexistente en Colombia”. 

También, aseguró que para garantizar una atención del derecho a la alimentación en los colegios, no solo basta con el trabajo en conjunto con el gobierno, también mencionó la importancia de garantizar una cultura sobre la alimentación saludable en la sociedad, ya que se ahorraría mucha plata en la prevención de enfermedades que en últimas genera beneficios para la vida y para la sociedad.

Para terminar, el panorama de la desnutrición y malnutrición en algunas regiones específicas de Colombia es preocupante. Si bien, las altas tasas de pobreza, problemas de desigualdad y falta de cobertura y acceso a causa del conflicto armado, han dejado rastro en la situación alimentaria actual, es fundamental que se empiecen a realizar acciones que aporten a la sociedad. 

Por supuesto, la falta del manejo de recursos y de información reflejan una deficiencia de salud pública, pues cada vez, aumenta la necesidad de un acompañamiento integral a los niños y adolescentes de Colombia. Se espera que estos pasos sigan avanzando en pro de los derechos y la erradicación del hambre en los niños y adolescentes del país.

La alimentación saludable es un tema que ocupa el interés del congreso, como lo manifestó la representante liberal, Flora Perdomo al mencionar que: “El aprendizaje, la reflexión, y sobre todo la concientización desde temprana edad de los niños, niñas, adolescentes y padres de familia, será fundamental para mantener una alimentación adecuada equilibrada y balanceada”.

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