Mujeres dicen NO a la violencia vicaria

La violencia vicaria es la segunda agresión más extrema después del feminicidio, la ejercen los hombres hacia las mujeres utilizando a los hijos para generar afectación emocional.

Por: Catalina Cadena

Una de las formas más comunes de este tipo de violencia es cuando el padre aleja arbitrariamente a los hijos de su madre, castigándolos, agrediéndolos física o psicológicamente o incluso causándoles la muerte. También se presenta en la dilatación de procesos judiciales cuando el fin es causar daño a la mujer.

Ximena Ordóñez, una joven y hermosa mujer, sufrió de violencia vicaria durante años. Su pareja sentimental le arrebato a sus hijos de 7 y 10 años de manera violenta el 23 de septiembre de 2021, valiéndose de artimañas judiciales para obtener la custodia de los menores de edad.  Hace un año y ocho meses Ximena no sabe del paradero de sus hijos, no tiene ningún contacto, ni un mensaje ni una llamada, cortando cada día el vínculo materno-filial.

Otros casos de este tipo de violencia que han trascendido en los medios de comunicación y han impactado al país, son por ejemplo el de Gabriel Esteban, el niño que fue asesinado por su propio padre en un hotel del municipio de Melgar (Tolima), con el fin de causarle daño a la madre quien era su expareja sentimental. Una situación similar fue la de Érika Aponte, víctima de feminicidio por parte de su expareja, pero que en meses anteriores ya le había causado diferentes agresiones, una de ellas obligarla a separarse de su hijo para causarle daño.

Todo el sufrimiento que ha padecido Ximena Ordóñez la llevó a ser la creadora de la Fundación Colombiana contra la Violencia Vicaria para acompañar a otras mujeres que como ella han sufrido de este flagelo. Esta entidad sin ánimo de lucro trabaja por la prevención, concientización y erradicación de este tipo de violencia a través de unidades de intervención en materia psicológica, jurídica, educativa y de emprendimiento para transformar la vida de estas mujeres y sus hijos.

En la mayoría de ocasiones este tipo de violencia esta antecedida de violencia económica, sexual, psicológica, física y emocional. Según las cifras de la Fundación Contra la Violencia Vicaria, en lo corrido de 2023 al menos 517 mujeres se han acercado a solicitar ayuda por ser víctimas de violencia vicaria.

En un trabajo articulado de esta fundación y de representantes a la Cámara interesadas en abanderar iniciativas en beneficio de las mujeres y sus familias se radicó un proyecto de ley que busca que se reconozca la violencia vicaria en el ordenamiento jurídico colombiano.

La representante a la Cámara por el Pacto Histórico, Alexandra Vásquez, una de las autoras de esta iniciativa, manifiesta que lo que se busca, inicialmente, es un reconocimiento: “En Colombia no se sabe qué es la violencia vicaria, ni siquiera los organismos judiciales tienen en cuenta la violencia vicaria, sigue siendo una cifra más de violencia intrafamiliar”.  De esta manera se busca la creación de rutas de apoyo y políticas públicas que minimicen esta violencia, que se visibilicen las denuncias que realizan las mujeres y hacerles un seguimiento oportuno por parte de la Policía y los organismos de control.

Esta iniciativa ha generado críticas en algunos sectores, como por ejemplo en abogados  que consideran que la ley sería innecesaria y no resolvería el problema de violencia contra la mujer; así lo manifiesta el penalista Juan Olmos: “Llama profundamente la atención que se contemple, con todo el marco legislativo que tenemos en Colombia, adicionar únicamente la posibilidad de que haya acciones contra mujeres cuando no se prevé de ninguna manera qué ocurre cuando es la situación contraria y las mujeres utilizan el poder para perjudicar al hombre y que no puedan ver a sus hijos durante años”.

Por su parte, la representante Luz Marina Múnera, integrante de la Comisión Primera y coordinadora ponente de este proyecto, afirma que detrás de estas situaciones hay violencia cultural, económica y mucho dolor. Respecto a las críticas que recibió por estar enfocado solamente a defender a las mujeres que padecen esta violencia, manifiesta que “Esta es una ley pensando en las mujeres y no estamos negando que puedan existir hombres que tengan la problemática (…), existen, pero son una inmensa minoría; esto es una ley para mujeres para cuando los hombres, la mayoría con dinero y poder, les secuestran a sus hijos y abusan de ese poder para dejarlas como una forma de venganza (…)”

De acuerdo con Ximena Ordoñez, las reformas que promueve esta iniciativa se harán sobre la Ley de Género 1257 de 2008, por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres. “En este borrador se contempla un tipo penal, no obstante, hemos decidido, a raíz de la mesa técnica que se realizó en el Congreso el 13 de abril y del contexto político en que actualmente se encuentra el Congreso, primero, reconocer la existencia de la violencia, y segundo, explorar otros campos como el civil y el penal”, explicó.

Este proyecto de ley se suma al llamado a declarar “estado de emergencia de género” ante el incremento de violencia contra las mujeres en el país.

Esta iniciativa también busca hacer una pedagogía que defina cómo se manifiesta esta violencia, que se promuevan acciones para la formación con enfoque de género y de la violencia vicaria a los funcionarios que atienden estos casos y crear campañas de concientización para combatir la tolerancia a este tipo de violencia.

El proyecto se extiende a medidas de protección a víctimas directas e indirectas para proteger a familiares cercanos, así como restringir el régimen de visitas y custodia del padre y que se cree un registro de casos de violencia vicaria contra las mujeres con el fin de monitorear factores de riesgo e impacto.

Con la aprobación de esta iniciativa, las mujeres tendrían un respaldo por parte de la ley para que no tengan miedo y se atrevan a denunciar y así puedan recibir protección y seguimiento a sus casos de una manera oportuna y sin ser revictimizadas.