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Un año de cambio

Hace un año empezó el cambio en Colombia, con 11 millones de votos llegamos para hacer realidad el mandato popular. Hoy, al hacer un balance de este primer periodo legislativo, se puede afirmar que el Pacto está más consolidado que nunca.

Por: David Racero – presidente Cámara de Representantes

Las marchas nos muestran que no estamos solos, se mantiene vivo el movimiento ciudadano. Buscamos que la sociedad siga en movimiento, es esto lo permite que la gente opine desde diferentes lugares. Hoy los temas importantes del país no solo se discuten en el Congreso, sino también en las calles.

Sin lugar a dudas el Congreso es el espacio de la diversidad; partamos de los intereses a los que deben responder muchos congresistas: algunos de ellos representan grandes poderes económicos, eso no está mal. Lo importante es tener presente frente a qué intereses se toman las decisiones finales; nosotros las tomamos frente a los intereses de los ciudadanos del común. Nosotros nos debemos a la gente y el cambio va hasta donde la gente lo permita. Ese fue nuestro punto de partida y lo seguirá siendo. Las movilizaciones sociales fortalecen las instituciones.

Si me preguntan si ha sido fácil ser presidente de la Cámara tengo que reconocer que no fue un periodo fácil. Llevar las banderas del Cambio implica representar cada una de las personas del común, a esas familias a quienes no les queda nada al final de mes, a quien espera conseguir un trabajo o un cupo en la universidad, al campesino que trabaja de sol a sol, al que trabaja con un contrato de prestación de servicios donde no le se le reconocen prestaciones, a la señora que aún espera la cita que le debe agendar la EPS al especialista o el adulto mayor al que nunca le llegó su pensión. Son precisamente estas vidas las que vamos a cambiar a través de las grandes reformas sociales que se presentaron y se seguirán presentando en las próximas legislaturas.

Los grandes cambios son fruto del consenso y el diálogo. Siempre se debe dar la discusión sobre lo fundamental. Sobre la mesa se puso una apuesta de país y a partir de allí empezamos a construir. No podemos ceder frente a los puntos por los que fuimos elegidos; ejemplo de esto es el Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de vida”. Es la hoja de ruta que permitirá grandes transformaciones para el país.

Con el plan de desarrollo vamos a llegar a los territorios de la Colombia profunda, allá donde nunca ha hecho presencia el Estado, esa Colombia donde no hay hospitales, aulas, colegios, agua. Vamos a cerrar brechas por medio de la disminución de la pobreza, la violencia y la desigualdad social. Este documento aprobado en el Congreso es una muestra de lo consecuentes que hemos sido en la construcción de concesos, partiendo de lo fundamental.

El primer año se gobernó con las puertas abiertas, donde hubo espacios de diálogo y escucha a la oposición. Durante los cuatro años del gobierno anterior nosotros jamás fuimos escuchados y esto lo demuestra nuestra primera promesa cumplida, la reforma tributaria, donde se garantizaron recursos por cerca de 20 billones anuales para los próximos años.

Aprobamos un plan de desarrollo donde se reconoce a todos los actores de la sociedad y plantea acciones concretas para su inclusión a la economía, protección y promoción de derechos. Además, con la aprobación de la adición presupuestal habrá reactivación económica a partir de la generación de empleo, la reducción de la inflación y la justicia social.

Aprobamos la ley que garantiza educación superior gratuita para los pregrados en las universidades públicas del país, una promesa de campaña que hoy es realidad. Con la política de Paz Total transformamos la vida de los jóvenes, ya que esta fomenta el servicio social para la paz como alternativa al servicio militar; damos mejores alternativas en la sustitución de cultivos de uso ilícito y buscamos nuevas rutas que permitan una economía sostenible ambientalmente. También dimos un paso importante en las negociaciones de paz con ELN, pues finalmente se firmó un cese al fuego con esta guerrilla.

Las reformas pensional y de salud continúan en la discusión para ser aprobadas en la próxima legislatura. El 20 de julio presentaremos nuevamente el proyecto de ley para la reforma laboral y la legalización del uso de cannabis adulto.

Por último. Soy un convencido que el cambio en el Congreso no solo implica la calidad de leyes que tramitamos y aprobamos, sino también un estilo diferente de hacer política. Termino una presidencia absolutamente garantista donde se acabaron las jugaditas. Dignificamos el valor de la democracia y respetamos los derechos de la oposición. Cuando llegamos, nos comprometimos a hacerlo diferente. Vinimos a dar ejemplo y no vergüenza. Vinimos a servir y no servirnos. Y cumplimos.

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