La implementación de los acuerdos de paz sigue caminando
Por: José Francisco Palacios
La implementación del acuerdo entre el Estado colombiano y las extintas FARC-EP ha tenido avances significativos: ya se le dio vida a las Curules de Paz en el Congreso, los antiguos combatientes han cumplido su palabra, ya que en su gran mayoría le apostaron a dejar las armas, y existen esperanzas frente a la postura del gobierno Petro de llevar a cabo una reforma agraria, para lo cual ya se han empezado a entregar tierras.
Aunque, también, implementar el Acuerdo de Paz ha enfrentado desafíos y obstáculos, la violencia en el país sigue siendo una amenaza para su consolidación, así como para la protección de los líderes sociales y excombatientes. Recordemos que el Acuerdo de Paz se firmó en noviembre de 2016 en La Habana, Cuba, después de más de 50 años de conflicto armado.
El conflicto, en algunas zonas del país, aún está presente por parte de diversos actores armados, lo que puede impedir el avance de los programas de reforma rural integral, justicia transicional, participación política, sustitución de cultivos ilícitos, protección de líderes sociales y excombatientes, entre otros.
El gobierno del presidente Gustavo Petro ha dicho que se la juega por la paz, sin embargo, han existido críticas de los firmantes y de los antiguos negociadores frente a como se han abordado algunos componentes del Acuerdo, además de loos hechos que ponen en riesgo su implementación. En días pasados el Presidente debió asistir al antiguo espacio territorial de Mesetas donde 200 familias de excombatientes fueron amenazadas por el grupo de disidentes que comanda “Iván Mordisco” y el cual se encuentra actualmente iniciando un proceso de paz con el gobierno Petro.
Para bajar las tensiones entre Gobierno Nacional, negociadores y firmantes del Acuerdo de Paz, así como para llegar a consensos, el Gobierno ha venido realizando una serie de encuentros. Primero fue en la Casa de Nariño con el expresidente Juan Manuel Santos, con el ánimo de discutir, analizar e intentar actualizar el acuerdo firmado. Para Santos, “la implementación va demasiado lenta. Lo sucedido en Mesetas es muy grave, es producto precisamente de no implementar el punto de las garantías de seguridad en el Acuerdo de Paz”. De acuerdo a esta reunión y a una segunda con el antiguo equipo negociador del gobierno Santos junto miembros del gobierno actual, en Cartagena, parece que se han llegado a consensos.
Petro anunció que se designaría a una persona para que exclusivamente se dedicara a liderar la implementación del Acuerdo de Paz con las FARC, quitándole dicha responsabilidad a Danilo Rueda, actual comisionado de paz, quien en adelante quedaría encargado de las negociaciones y sometimientos a la justicia que adelanta el Gobierno con grupos en armas.
Según el representante del partido Comunes, Luis Alberto Albán, que hace parte de la Comisión Primera, la voluntad es clara: “se busca que todos los actores que hoy hacen parte de la vida política del país se sumen a este propósito. Y en ese sentido el Gobierno ha venido manifestando la disposición y voluntad de cumplir los compromisos tal como están plasmados. El primer punto sería resolver el problema de la tierra, entregando 3 millones de hectáreas a quienes no la tienen o es insuficiente. Crear capacidades productivas en los territorios con más pobreza y desarrollar unas economías que generen soberanía y seguridad alimentaria para convertir a Colombia en una potencia mundial de la vida”.
Siguiendo con las reuniones sostenidas entre el presidente Petro y otros actores de la política nacional, vino el encuentro con Rodrigo Londoño, quien estuvo en compañía del congresista Julián Gallo y el delegado de del partido Comunes, Pastor Álape. Salieron satisfechos de haber reducido las tensiones entre las partes y hubo receptividad sobre la implementación integral del Acuerdo de Paz.
Lo que sí dejó claro Londoño quedó plasmado en un medio de comunicación nacional: “me sentí más seguro en el gobierno de Duque que en este, porque los otros grupos armados están muy envalentonados. Los grupos que se abrieron están tratando de ganar legitimidad diciendo que este acuerdo de paz fracasó”.
La Iglesia no se quedó atrás. En días pasados, un sinnúmero de prelados colombianos visitaron al papa Francisco en la Ciudad del Vaticano, con el fin de dar a conocer el mensaje de reconciliación y los avances sobre la implementación de estos acuerdos, en donde el Sumo Pontífice señaló: “Si Colombia quiere una paz estable y duradera, tiene que dar urgentemente un paso en esta dirección. Que es aquella del bien común, de la equidad, de la justicia, del respeto, de la naturaleza humana y de sus exigencias”. Por último, el alto prelado de la Iglesia católica indicó que reconciliarse es abrir una puerta a todas y cada una de las personas que han vivido la dramática realidad del conflicto.
Fuente imagen de portada: TRT en Español
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