Generalidades en la prevención del suicidio en niños, niñas y adolescentes
Por: Cristian Rico – Director de investigación de la Liga Colombiana contra el Suicidio
En Colombia la conducta suicida en uno de los fenómenos que más genera intriga y preocupación a nivel psicosocial y dentro del contexto de la salud pública, esto debido a que su naturaleza es compleja, difícil de predecir y deja tras de sí un número significativo de afectados por caso a nivel psicoactivo, eso sin contar las diversas narrativas que derivan en los duelos complicados de los supervivientes, muchos de ellos sustentados en la estigmatización que el suicidio aún tiene en Colombia ya que aún sobrevive el poder de la costumbre en asociar a esta conducta con la locura y el pecado
Frente a esto surgen dos preguntas ¿Por qué el suicidio es una preocupación a nivel mundial? y más aún, ¿Por qué se está volviendo un tema relevante en el ámbito de la salud mental en Colombia?, para poder llegar responder estos interrogantes es pertinente entender algunos de los elementos esenciales para la comprensión del suicidio, cuando se habla de este fenómeno generalmente se hace bajo el enfoque de nivel de riesgo en donde interactúan una serie de procesos y factores a nivel afectivo, cognitivo y comportamental, los cuales explican el porqué, el que y el cómo de la falta de motivación en las personas, de su soledad en sus ámbitos más significativos y del poco convencimiento del ser y del valer, con esto hablamos de los elementos esenciales de cómo poder visualizar el futuro, desde el tiempo presente , como poder hacer y conservar vínculos e interacciones interpersonales valiosas y satisfactorias, así como también de verse a sí mismo con una mirada compasiva y honesta, aspectos que dentro de una perspectiva positiva se encuentran en déficit cuando hablamos de cuadros de suicidio.
Ahora bien, serán importantes los procesos derivados de los tipos de vinculación que se generan a través de la crianza dentro del contexto familiar, hasta llegar a las diversas clasificaciones y diagnósticos a nivel psicopatológico que dentro del entramado complejo del ser humano, podrán describir como son las interacciones interpersonales del sujeto para así llegar a comprender cuáles son sus puntos de vista sobre el mundo, los otros y su yo interno, los cuales a su vez estarán orientadas hacia la satisfacción y realización de la vida como tal.
PANDEMIA QUE COBRA UN MILLÓN DE VÍCTIMAS POR AÑO
Partiendo de estas ideas, la conducta suicida se ha convertido en una preocupación a nivel mundial ya que la perspectiva sobre la vida en general está orientada hacia la insatisfacción y la infelicidad, esto se ve reflejado en las altas tasas de psicopatología del afecto como lo son la depresión, que deja más de un millón de personas en condición de discapacidad psicosocial, donde la soledad, es un fenómeno sociológico que desintegra las sociedades humanas, que en compañado de eventos vitales tanto individuales como colectivos, desde un mal día, hasta la supervivencia en contextos de guerra o la aculturación , configuran un caldo de cultivo para que estas “pandemias” conformen la “sindemia” llamada suicidio , una Pandemia de pandemias que cobra un millón de victimas cada año según la organización mundial de salud, cifra que supera todas las víctimas de los conflictos bélicos.
En Colombia, la conducta suicida tiene cifras preocupantes, las cuales aumentan cada año en todos los ciclos de vida, esto se puede observar en las cifras de los informes FORENSIS y en los informes mensuales epidemiológicos de la misma entidad, solo en el año 2019 se registraron 2643 consumaciones de la conducta, siendo la poca o nula escolaridad y la soltería los factores más predominantes en la población registrada, aspecto que tiende a replicarse en el año 2020 con 2420 casos registrados y el año 2021 con un aumento significativo , registraron 2689 casos, estos dos años son sumamente importantes ya que fueron marcados por la pandemia del covid-19, fenómeno mundial que dejo en evidencia no solo las necesidades latentes en cuanto a salud mental se refiere, sino a los diversos riesgos inobservados en cuanto a conducta suicida se refiere desde el reconocimiento de la salud mental como un imperativo dentro de la salud publica en la sociedad, hasta en un total acceso y garantía de los servicios de prevención y atención en salud mental.
AFECTACIONES EN LA POBLACIÓN INFANTIL
Lo anterior si se enfoca en niños, niñas y adolescentes adquiere una mayor importancia y atención, y prende las alarmas frente a qué se puede hacer en los contextos familiares, escolares y de salud en general ante el acelerado aumento del malestar psicológico en menores de edad, en el comparativo que medicina legal realiza en su último informe estadístico mensual que corresponde al mes de agosto del presente año, se pudo encontrar que los casos registrados aumentan en niños entre los 6 y los 11 años y tienden a mantenerse en términos de proporción en los adolescentes, aspectos que derivan en una pregunta importante ¿Por qué un niño, niña y adolescente llega a tomar la determinación de quitarse la vida?, la evidencia empírica apunta a que existen dos contextos rectores que en su funcionamiento pueden determinar el desarrollo del malestar psicológico en este tipo de poblaciones, los cuales son el contexto familiar y el contexto escolar.
En el entorno familiar son relevantes las pautas de crianza utilizadas con los niños, niñas y adolescentes, ya que estas primeras interacciones con las figuras de cuidado y protección determinaran la forma de cómo en se hacen amigos, se ponen límites a las relaciones, se reacciona a gestos de afecto y desagrado, así como también determinaran en muchas formas como se reacciona ante el rechazo, la pérdida, la decepción o el abuso; relaciones de seguridad caracterizados por una correlación de cuidado, apoyo y apego emocional con los padres o cuidadores, lo que proporciona una base sólida para el desarrollo emocional y social del individuo. Las personas que han experimentado vínculos seguros tienden a desarrollar una autoestima saludable, habilidades de afrontamiento y una mayor resiliencia frente a situaciones estresantes, por otro lado, las relaciones familiares determinadas por la negligencia, el abuso o la falta de apoyo pueden llevar a la formación de vínculos inseguros, los cuales se relacionan de forma muy estrecha con la conducta suicida, dentro de este contexto, las personas que han experimentado vínculos inseguros pueden tener dificultades para establecer relaciones interpersonales saludables y pueden enfrentar problemas emocionales y de adaptación, estas dificultades pueden aumentar el riesgo de pensamientos y conductas suicidas, ya que la falta de apoyo emocional, la inseguridad y una autoimagen negativa pueden dejar a los individuos más vulnerables ante el estrés y la angustia, factores que también pueden actuar como elementos desencadenantes de la conducta suicida, sobre todo cuando el niño y el adolescente se ve expuesto a situaciones de vergüenza y humillación.
URGE GARANTIZAR ENTORNOS SEGUROS
Del mismo modo, la escuela es un lugar donde los niños y adolescentes pasan una parte significativa de su tiempo y, por lo tanto, es un entorno propicio para la enseñanza no solo de elementos de conocimiento sino de competencias afectivas, por lo tanto es un espacio propicio para la promoción de actitudes enfocadas hacia la generación del bienestar psicológico y para detección temprana de problemas de salud mental, los educadores y personal escolar pueden identificar signos de angustia emocional, cambios en el comportamiento o el rendimiento académico que podrían indicar un riesgo de conducta suicida, esta detección temprana es esencial para intervenir a tiempo y proporcionar el apoyo necesario.
Dentro de estos signos y fenómenos a vigilar en el contexto educativo y que está más relacionado con la conducta suicida en niños y adolescentes es el bullying, el cual implica un desequilibrio de poder en las relaciones interpersonales de los estudiantes y se manifiesta de diversas formas, como el acoso verbal, social o físico, las víctimas de bullying a menudo experimentan un alto nivel de estrés, ansiedad, depresión y soledad, estos factores pueden aumentar el riesgo de que los jóvenes consideren la conducta suicida como una vía de escape de su situación insostenible, derivado de esto, los jóvenes que han sido objeto de bullying pueden desarrollar problemas de autoestima, trastornos de ansiedad, trastornos del estado de ánimo y traumas emocionales, estas condiciones aumentan su vulnerabilidad hacia la conducta suicida, por todo lo anterior, es muy importante la cercanía del maestro desde una postura empática y cuidadora del estudiante, ya que estas actitudes pueden generar un espacio seguro para la victima de estas conductas abusivas.
Por lo expuesto, podemos concluir que es dentro del núcleo familiar, que deben gestarse dinámicas relacionales y sanas relaciones orientadas a la formación de un vínculo seguro entre sus integrantes, puesto que un vínculo seguro en la familia, caracterizado por la presencia de cuidadores sensibles y responsables, promueve un desarrollo saludable del autoconcepto y la autoestima. Los niños y adolescentes que experimentan este tipo de relaciónes tienden a desarrollar una imagen positiva de sí mismos y a tener una mayor confianza en sus habilidades. De igual manera, las relaciones seguras en la familia, donde se escucha sin juzgamientos, enseñan a los niños a regular sus emociones de manera efectiva, los cuidadores que responden a las necesidades emocionales de sus hijos ayudan a los niños a aprender a identificar y expresar sus emociones de manera apropiada, lo que es fundamental para una buena salud mental a lo largo de la vida. Cuando hay un vínculo seguro en la familia se desarrolla una mayor resiliencia emocional, esto significa que son más capaces de hacer frente a situaciones estresantes y desafiantes a lo largo de su vida, sin experimentar un deterioro significativo en su salud mental, además de aumentar sus competencias interpersonales, se desarrolla un menor riesgo a la posibilidad de generar trastornos mentales durante su madurez física y mental.
En cuanto al contexto escolar será importante que la escuela proporcione un entorno donde los estudiantes pueden establecer relaciones sociales significativas con compañeros y adultos, como profesores y consejeros, estas interacciones pueden ser fuentes importantes de apoyo emocional, que es esencial para la salud mental de los jóvenes, de igual forma, las escuelas pueden desempeñar un papel importante en la educación en salud mental, la enseñanza de habilidades de afrontamiento, resiliencia y conciencia emocional pueden ayudar a los estudiantes a comprender y gestionar sus emociones, reduciendo el riesgo de problemas de salud mental; es importante que las escuelas pueden promover un ambiente libre de acoso escolar y discriminación, más democrático, más participativo, lo que es esencial para la salud mental de los estudiantes, la promoción de la tolerancia, el respeto y la inclusión, contribuye al bienestar psicológico de todos los estudiantes. Por último y para que todo esto tenga un mayor impacto, la colaboración entre las escuelas y los padres o cuidadores es esencial para promover la salud mental y el bienestar de los niños y adolescentes la comunicación abierta y la participación activa de los padres en la educación de sus hijos pueden marcar una gran diferencia.
Como se ha mencionado anteriormente, la familia y la escuela son ambientes fundamentales para los adolescentes en su salud mental, pero también, las persona que comparten espacios dentro de dichos ambientes son afectados cuando uno de sus integrantes ha realizado un intento o desaforadamente cometen un suicidio consumado. En palabras de Albert Camus, se describe la ausencia de esta persona como un momento “vacío” físico que cala en lo psicológico, generando en las estructuras familiares y sociales de amigos y cercanos una desestabilización que detiene el tiempo y hace cuestionar a la misma vida de quienes permanecen vivos.
AFECTACIONES EN EL ENTORNO
Para comprender mejor cómo el suicidio afecta una familia y los sistemas de amigos de la escuela, es importante entender que estas son “estructuras” psíquicas primigenias en la que sus integrantes se compenetran y se apoyan entre sí, en su proceso de identidad y rol en el mundo, yendo más allá de un simple grupo que solo cumple un fin común. Es por ello, que cuando se sucede un hecho como este, existe una ruptura de esa unidad psíquica perdiendo el equilibrio social y generando traumas y conflictos en la familia y amistades, obligando al cuestionamiento moral sobre si se pudo evitar, o si en algún momento, se influyó para esa mortal decisión, que además trae consigo el señalamiento social sobre el tabú que aun existe frente ha este hecho.
En voz de Pablo Acinas, tanto esta última como la conjunción de todas las anteriores llevan a que, en cada integrante de dichas estructuras, se geste los ingredientes de una receta que lleva a la activación de otro proceso suicida, generando así un proceso psíquico “viral” de una muerte evitable. Es por ello, que es de suma importancia acudir a tiempo a profesionales expertos en la materia como lo son la Liga Colombiana Contra el Suicidio, para que de esta forma puedan manejar y prevenir situaciones como estas y por qué no, poder salvar tu propia vida, o la de algún ser querido, que esté pasando por algún mal momento.
Esp.Ps. Cristian Felipe Rico Martinez
Profesional en Psicología de la universidad INCCA de Colombia, especialización en derechos humanos, Cofundador y director de investigación de la Liga Colombiana contra el Suicidio, Magíster en formación en el Magister en terapias de tercera generación en la universidad internacional de la rioja, exponente es diversos congresos y eventos académicos abordando la prevención e intervención de la conducta suicida, la importancia del bienestar psicológico y la salud mental, como también el duelo y su relación con la ética.
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